
Es importante saber cuáles son los errores comunes al usar un reloj GPS deportivo o un dispositivo de mano, para que realmente aproveches lo que tienes en la muñeca. Si usas un reloj GPS para correr, andar en bici, hacer senderismo o cualquier otra actividad al aire libre, seguro ya sabes lo útil que puede ser y también lo frustrante que se vuelve cuando las cosas no salen como esperas.
Un día las rutas se cortan, otro día el ritmo parece de un velocista olímpico aunque apenas te moviste, o el reloj se queda sin batería justo cuando empezabas a disfrutar. Tranquilo, no eres la única persona. Muchos de estos problemas no son culpa del dispositivo, sino de cómo se usa (o no se configura bien).

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Toggle1. Empezar sin esperar la señal GPS
Este es el clásico. Llegas con ganas de entrenar, le das start sin esperar a que el reloj encuentre los satélites, y luego la ruta parece dibujada por un niño de tres años.
El GPS necesita unos segundos para conectarse a los satélites. Algunos modelos modernos lo hacen en 5-10 segundos, otros tardan más dependiendo de la ubicación y del chipset (Sony, MediaTek, Garmin Epyx, etc.).
Solución:
- Antes de empezar, detente y espera hasta que el reloj indique que tiene señal GPS estable (normalmente aparece un icono o mensaje).
- Si puedes, selecciona el modo GPS + GLONASS o GPS + GALILEO para mejorar la precisión.
- Y si entrenas siempre en las mismas zonas, activa el GPS asistido (AGPS) y descarga los datos satelitales desde la app del reloj antes de salir.
2. Olvidar calibrar sensores o actualizar el firmware
Los relojes GPS, por más caros que sean, necesitan mantenimiento digital. Cada actualización del firmware puede mejorar la precisión del posicionamiento, el cálculo de altitud o la conexión con sensores externos (frecuencia cardíaca, potenciómetro, etc.). Muchos usuarios se quejan de lecturas inexactas o caídas de conexión cuando en realidad solo falta una actualización o una calibración básica.
Solución:
- Antes de cada semana de entrenamientos o de un evento importante, revisa si hay actualizaciones disponibles en la app del fabricante.
- Y si tu reloj usa altímetro barométrico o brújula digital, calibra ambos al menos una vez al mes. Esto se hace en el menú del reloj o desde la app, y apenas lleva un par de minutos.

3. Configurar de forma incorrecta el modo de GPS
No todos los modos GPS son iguales. Muchos relojes tienen varias opciones:
- Solo GPS: más autonomía, pero menos precisión.
- GPS + GLONASS / GALILEO: mejor precisión, algo más de consumo.
- Multibanda (dual frequency): la mejor precisión posible, pero gasta mucha batería.
Mucha gente deja el modo por defecto sin saber que puede adaptarlo. Si corres en ciudad, entre edificios o árboles, necesitas máxima precisión. Si haces tiradas largas en campo abierto, puedes priorizar autonomía.
Solución:
Ajusta el modo GPS según tu actividad. Por ejemplo:
- En montaña o trail → usa GPS multibanda.
- En bici por carretera → GPS + GLONASS.
- En caminatas largas o ultra → modo ahorro o GPS simple.
Esto no solo mejora el seguimiento, sino que prolonga la vida útil de la batería.
4. Ignorar el ajuste de frecuencia de grabación
Algunos relojes te permiten elegir cada cuánto se registran los puntos de GPS (cada segundo, cada pocos metros, o de manera inteligente). Cuanto más espaciada sea la grabación, más batería ahorras. Pero también pierdes precisión, sobre todo en curvas, cambios de ritmo o senderos técnicos.
Solución:
- Para entrenamientos o competiciones, usa grabación por segundo.
- Para rutas de paseo o seguimiento general, puedes dejarlo en modo inteligente.
- Y si vas a grabar actividades muy largas (más de 6-8 horas), prueba antes cuánto aguanta tu reloj.

5. Pasar por alto el entorno: edificios, árboles y clima importan
El GPS no es infalible. Su precisión depende de la visibilidad del cielo. Si corres entre edificios altos o en bosques densos, las señales pueden rebotar o debilitarse. Lo mismo pasa en días nublados o con tormentas. Algunos usuarios culpan al reloj cuando en realidad el entorno es el problema.
Solución:
- Si puedes, empieza tu entrenamiento en una zona abierta para obtener una buena fijación de satélite.
- Evita guardar el reloj bajo la manga o muy pegado al cuerpo.
- Y recuerda: el error de unos 3-5 metros es completamente normal, incluso con los modelos más precisos.
6. Descuidar la batería (y luego quejarse de que no dura)
La autonomía de los relojes GPS depende de cómo los uses. Si dejas todos los sensores activos (pulso 24/7, SpO2, Wi-Fi, Bluetooth, etc.), la batería se agotará más rápido. También influye la temperatura, ya que el frío extremo puede reducir la capacidad de la batería hasta un 30%.
Solución:
- Apaga sensores que no uses durante el entrenamiento.
- Evita cargar el reloj con cargadores no originales.
- Si sales a entrenar con mucho frío, llévalo por dentro de la manga para mantenerlo templado.
- Y no lo dejes descargarse completamente cada vez. Las baterías de litio duran más si se mantienen entre el 20 y el 80%.

7. Desatender los datos después del entrenamiento
Otro error muy común es entrenar, guardar la actividad y olvidarse. Si no revisas los datos, no detectas patrones ni mejoras.
Los GPS deportivos actuales te ofrecen muchísimas métricas útiles: ritmo medio, altitud, cadencia, zonas de frecuencia cardíaca, carga de entrenamiento. Y algunas, como el VO2max estimado o el tiempo de recuperación, solo se vuelven fiables si usas el reloj de forma constante.
Solución:
- Después de cada sesión, revisa tus estadísticas en la app del reloj o en plataformas como Strava, Garmin Connect o Polar Flow.
- Mira los gráficos, las desviaciones, el ritmo por kilómetro, y compáralos con otros entrenamientos. Te ayudará a detectar errores (por ejemplo, si el reloj marca altitudes imposibles o picos de pulso falsos).
8. Confiar ciegamente en el reloj (y olvidarte del sentido común)
El GPS es una herramienta, no un oráculo. Hay días en que te marcará un ritmo imposible o una distancia incorrecta. Si sientes que vas más rápido o más lento de lo que el reloj dice, confía en tus sensaciones.
Hay usuarios que se frustran porque su reloj marca más o menos distancia que el de un amigo, y eso es completamente normal. Cada dispositivo usa un algoritmo distinto para suavizar los datos.
Solución:
- Usa el GPS como referencia, no como juez. Si entrenas en pista, mide tus vueltas reales. Si haces trail, enfócate en el desnivel acumulado y el tiempo total, más que en la distancia exacta.
- Y recuerda: el mejor GPS del mundo no puede adivinar si te detuviste 10 segundos a beber agua.

9. Evitar usar el reloj según tu deporte favorito
Cada marca (Garmin, Polar, Suunto, Coros, Apple, etc.) tiene perfiles deportivos específicos que cambian cómo el reloj mide y muestra los datos. Si corres, pero usas el modo caminar u otro perfil, el ritmo y el gasto calórico serán inexactos.
También hay funciones que muchos no aprovechan como seguimiento de potencia de carrera, dinámica de ciclismo, zonas de esfuerzo, navegación de rutas GPX. Todo eso está ahí para ayudarte, pero debes activarlo.
Solución:
- Explora tu reloj. Configura tus pantallas de datos con la información que realmente te interesa.
- Si te gusta el trail, añade campos como altitud o desnivel acumulado. Si haces triatlón, asegúrate de que la transición entre deportes esté bien configurada.
- Y si tu modelo permite importar rutas GPX, úsalo. Te ahorrará sustos en rutas nuevas.
10. No comparar ni buscar referencias antes de comprar
Muchos usuarios compran el primer reloj que les suena sin investigar. Y claro, luego se quejan de que no mide bien el pulso o la batería no llega al día.
No todos los relojes GPS son para cualquier deportista. Hay modelos diseñados para corredores urbanos, otros para montañistas, y algunos enfocados en entrenamiento avanzado o métricas fisiológicas.
Solución:
- Antes de comprar, define qué tipo de deportista eres:
- Si solo corres 2-3 veces por semana, no necesitas un Garmin Fenix.
- Si haces ultras o senderismo largo, no te servirá un smartwatch urbano.
- Si te interesa la salud diaria más que el rendimiento, un Apple Watch o Huawei Watch GT puede ser suficiente.
- Y si dudas, busca comparativas en este nuestro sitio web, foros especializados o canales de YouTube. La comunidad de usuarios de wearables es enorme y suele compartir experiencias reales muy útiles.

Los errores comunes al usar un reloj GPS deportivo: Conclusión
Un reloj GPS deportivo es una herramienta potentísima si sabes usarla bien. No hace falta ser un friki de la tecnología. Basta con entender cómo funcionan las señales, las configuraciones y tus propios hábitos. Dedicarle unos minutos a ajustar y revisar tu dispositivo puede ahorrarte horas de frustración y hacer que disfrutes mucho más tus entrenamientos.
Así que ya sabes: la próxima vez que salgas a correr, a pedalear o a explorar, deja que el GPS te acompañe pero con cabeza. Tu reloj no es el que se pierde. Probablemente somos cada uno de nosotros los que a veces olvidamos que también hay que entrenar el sentido común.
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Francisco es editor y fundador de GPSsports desde 2018, además de ingeniero de formación y que a lo largo de los últimos 7 años se ha convertido en un experto en wearables y tecnología de deportes al aire libre. Igualmente colabora en diversos blogs desde 2011 gracias a su especialización en otras áreas como diseño de interiores e informática.